De un intento casi frustrado de desarrollar y comercializar cuero de salmón en nuestro país, surgió un nuevo emprendimiento focalizado en la simpleza, lo social y el reciclaje del desecho orgánico de las salmoneras del sur, que hoy está cautivando a mercados internacionales. Chilote House Shoes nace de la mano de Francisca Apparcel y Stiven Kerestegian y de su sentido de reinvención frente a las adversidades del mercado nacional.

La dupla de Francisca Apparcel (34) y Stiven Kerestegian (40) no pudo ser mejor. Ella, chilena e ingeniera industrial, y él, estadounidense y diseñador industrial, pero con algún en común, la aspiración de generar un proyecto comercializable. Así es como se originó la idea de agregarle valor a algo que es considerado un desecho -proceso que se nombra upcycling o suprarreciclaje- como es el caso de la piel del salmón.

Además, su ubicación geográfica en el sur de Chile, Puerto Varas, uno de los centros donde se sitúa la industria salmonera en nuestro territorio, fue un punto a favor para descubrir esta oportunidad de negocio que se estaba presentando y que nos cuenta Francisca Apparcel, que a pesar de vivir actualmente en Dinamarca, continúa levantando sus emprendimientos de ES-Salmon Leather y Chilote House Shoes.

 ¿Cómo nace la idea de emprender generando cuero de salmón con la firma ES Salmon Leather?
Partimos con el cuero de salmón hace ocho años. Con Stiven decidimos irnos a EE.UU. y antes de hacerlo pensábamos que podíamos llevar desde Chile algo que fuera innovador, distinto… Y una de las cosas que elegimos fue el cuero de salmón, pues vimos que ahí había un nicho para este producto. Sin embargo, empezamos a ver después de las investigaciones que su limitante era su tamaño, que no era conocido y quienes sabían de él, habían desistido de comercializarlo por su tamaño. El salmón es muy pequeño y restringe mucho su uso como -por ejemplo- a correas de reloj, pulseras, etc.

¿Cuál es su tamaño?
Trabajamos con la piel de los salmones que son faenados en las industria acuícola del sur de Chile y si no tienen  ningún problema sanitario pesan aproximadamente entre tres, cuatro kilos incluso cinco, pero no más porque si no tiene mucha  grasa. Se faena dentro de un tamaño estándar, entonces eso hace que cada pieza tenga de 50cms. de largo, 12 cms. la parte más ancha y 2cms. la más angosta por la forma natural del pescado. Finalmente, Stiven pensó que debíamos transfórmalo en una tela. Por ello, comenzamos a ver diferentes procesos hasta que llegamos a uno con el que finalmente desarrollamos una tela de cuero de salmón. Patentamos el proceso de corte y unión, ya que por cómo está hecho se aprovecha la máxima rentabilidad del tamaño unitario y se puede comercializar por metro línea.

 ¿Cómo es el proceso para generar este material?
Íbamos en Puerto Varas a plantas procesadoras y faenadoras de salmón, recogíamos las pieles y las llevábamos donde un proveedor de una curtiembre que nos la transformaba de piel a cuero. El proceso es muy similar al del vacuno sólo que implica menos tiempo y la maquinaria necesaria es más pequeña, pero como la curtiembre del cuero del salmón no está desarrollada en Chile, se modifica o adecua maquinaria gigantesca (por ejemplo dos pieles de vacunos pueden ser cientos de pieles de salmón). El proceso es prácticamente el mismo, es un proceso químico donde se ocupan distintos materiales. Primero se hace el piquelado, de ahí se curte, luego se seca, se pone el color o se laca si se desea. La maquinaria necesaria es de menos escala y hoy en nuestro país aún no es muy eficiente.

Por lo tanto, ¿es muy caro desarrollar este producto?
Sí, porque implica mucha mano de obra. Un cuero de vacuno alcanza hasta 6 metros cuadrados, pero el de salmón mucho menos por lo que hay que ir tratando de a una las piezas.

¿Qué aplicaciones tiene?
Se puedo aplicar en lo que uno quiera. Lo bueno de este cuero es que es muy resistente, delegado en relación a los otros lo que hace que sea fácil trabajarlo,  por ejemplo, en bordes si quieres forrar algo, es más maleable. Se adecua mucho a la forma que uno le quiere dar. Además, por su aspecto debido a las escamas de la piel, es similar al de cuero de pitón, entonces uno lo ve y piensa que es un cuero exótico.

Entonces, ¿cómo se categoriza?
Se categoriza como exótico pero a diferencia de este tipo de cuero, como viene de la industria salmonera es un desecho, por lo que no necesita la certificación que regula a nivel mundial la comercialización de animales en peligro de extinción. Entonces eso hace que haya mucho comercio negro e ilegal de pieles preciosas. Sin embargo, el cuero de salmón es estéticamente muy similar pero se salta todo ese proceso y es más fácil trabajar con él. Eventualmente se podría industrializar de forma más simple que cuero de pitón por las cantidades de salmón que se producen a nivel mundial en países como Noruega y Chile.

¿Cómo comenzaste a introducir este producto al mercado?
Con Stiven y los demás socios conseguimos financiamiento y asistimos a varias ferias importantes el Londres, Nueva York… si bien gustaba mucho, el proceso de compra es distinto y más largo porque primero lo ven y no saben bien cómo funciona, si cumple o no con las expectativas o requerimientos técnicos que se esperan de un cuero. Nosotros lo introducimos como premium porque es caro y la mano de obra lo encarecía bastante, es un caro si lo comparas con los tradicionales y un cuero barato si lo contrastas con los exóticos. Entonces comenzamos a introducirlo al mercado y las personas sí querían desarrollar proyectos. Primero pedían muestras, le hacían test para forrar interiores de aviones o jet privados, pero no pasaba las pruebas técnicas que hacían en sus laboratorios. Por lo que había muchos detalles que hacían que así como estaba desarrollado no convenciera. En Chile todavía no se logra cuero de salmón que cumpla con los estándares y requisitos estéticos y técnicos. En el proceso todavía se utiliza mucho cromo, que es una sal mineral altamente contaminante que se ocupa mucho en nuestro país, pero en Europa cada vez está más restringida, por lo que ya no hay que curtirlo con cromo sino con taninos vegetables.

Si bien el negocio comenzó con ES- Salmon Leather, ¿en qué momento viró para iniciar Chilote House Shoes?
Stiven una vez tomó un zapatito de lana y le incorporó una suela de salmón. Lo llevamos para a una feria para exhibirlo y llamó mucho la atención. Vimos que este zapatito era mucho más simple, pues era comprar y usar y no hay que pensar en qué lo puedo utilizar. Con el proyecto de la tela de salmón quisimos buscar inversionistas para levantar capital para crear una curtiembre específica de cuero de salmón, pero que no usara cromo sino curtido vegetal así podíamos ofrecer el cuero considerado exótico y a la vez orgánico. Pero es difícil levantar capital en Chile sobre todo para proyectos de alto riesgo.

Teníamos la web del cuero donde vendíamos muestras, nos compraban metros pero nunca suficiente para hacer andar el proyecto. Tuvimos experiencias cercanas de levantar capital, pero a uno como emprendedor lo estrujan mucho y eso se terminó yendo por otro lado. Entonces sacamos fotos a los zapatitos, los publicamos en la web e hicimos una pequeña venta online. Vimos que había mucho interés pero todo de forma muy informal. Diseñamos una página, desarrollamos tallas, un packaging y fuimos una feria en Nueva York hace cuatro años con ProChile. Presentamos el zapatito de un color que es con el que seguimos -tono lana de oveja-, la piel de salmón que es la suela y mató el producto. Nos ganamos todos los premios, nos hicieron cobertura mediática, mandaron órdenes de tiendas muy exclusivas y de ahí lo formalizamos. Fue una prueba y de ahí partimos con órdenes de compra, tuvimos que volver al país a hacer cerca de 1.000 pares en un mes.

¿Qué característica tiene este proyecto para ser, además de ecológico, social?
Tenemos un grupo de artesanos que está por distintas zonas del sur de Chile. Ellos son -principalmente- mujeres que trabajan desde sus casas en el campo. Nosotros le enviamos los materiales, hacen lo zapatos, se organizan de forma independiente. Tienen una líder con la que hablamos, hacemos capacitaciones  y ya tenemos un grupo de 50 artesanas. Nuestro showroom está en Osorno, tenemos nuestro propio workshop donde consolidamos y tenemos el taller de costura donde van otras chicas a hacer toda la parte del corte del cuero, costura, otras son las que ponen la suela. Es inclusivo, ya que todas estas personas tienen acceso a trabajo en sus propias casas y a la vez pueden seguir manteniendo su estilo de vida. Además, cobran por pieza elaborada y entregan en la medida que pueden, pero les mandamos cajas de lana y se las ‘hacen chupete’. Nuestro desafío es salir a vender todo esto, tratar de mantenerlo y hacer crecer estos grupos.

¿Dónde se pueden adquirir los Chilote House Shoes?
Lamentablemente Chile es muy complicado porque trabajamos con menos tiendas de las que queremos, pues nos pedían en consignación y nosotros no trabajábamos así, pero después cuando tomamos este sistema pagaban a 60 días. Sin embargo, acordamos que fuera a 30, pero luego había que ir a retirar el cheque y nosotros estábamos en Puerto Varas. Pero estamos en el barrio Italia, el barrio Bellavista, en algunos hoteles como el Explora… Si bien quisiéramos estar en más locales en Chile porque es un producto nacional, estamos vendiendo afuera, de hecho exportamos casi el 90%.

¿Qué países son los que más demandan este producto?
Principalmente Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Suiza, España, Francia, Inglaterra, Alemania… la gente lo valora más. No es un producto barato porque nosotros ocupamos buenos materiales, remuneramos muy bien a las personas que trabajan con nosotros, pagamos el envío de materiales, cuando vienen de vuelta los materiales… Los lugares donde todavía  existen estos oficios la gente no los valora. Si bien lo encuentran lindo y nos lo están comprando en Chile como regalo corporativo, el extranjero lo valora más. Incluso en el packaging del zapato va incluido un código QR que si lo escaneas, te va a mostrar la foto del grupo de artesanas que te hizo tu par. Es un código georreferencial, pues te da a conocer quiénes lo hicieron, dónde viven, sus nombres… siempre se trabaja junto a las artesanas para llegar a un diseño simple, usable y que cumpla con los requisitos. Lo bueno es que son materiales locales representativos, mano de obra ancestral que es tejida a palillo que en el sur de Chile es muy potente. También en la web habilitamos la venta online y en diferentes plataformas de venta online.

Cuando hablas de que es un producto caro, ¿qué valor tiene?
Nosotros lo vendemos a US$65 pero a nuestros clientes le damos otro precio. En Europa lo vendemos a 25€, pero nuestros clientes lo venden a un promedio de US$65 o US$60 incluso a US$90. Pero tenemos nuestro nicho que atendemos y nos va bien. Ahora cerramos con una boutique en Londres que tiene 18 locales, entonces vamos a trabajar este año con ellos y se van a poyar en este concepto social que les ayuda a perfilarse.

¿Qué es lo que está favoreciendo al producto?
Cuando vamos a las ferias, el zapato está expuesto se acercan y dicen ¡qué bonito!, lo tocan se preguntan qué es la lana y el cuero y ahí comienza el discurso de que es un residuo que a través de esta transformación le generamos un valor agregado y después lo utilizamos para este diseño. Luego ven el packaging y les fascina. Ahí ya lo quieren y cuando les explicamos que viene con un ‘repartkit’ -una etiqueta donde viene un pedazo de lana con cuero para arreglar sus zapatos-, que tiene el QR que si lo escaneas te muestra el mapa y la foto de quién te lo hizo, quedan locos porque además es un producto que lo tienes puesto y es comodísimo. No sólo que sea social y ecológicamente responsable, sino que al final es una combinación de todo porque el zapatito en sí mismo es muy bonito, es un diseño que Stiven logró que es simple, pero lo simple es lo más difícil de lograr.

¿El uso del Chilote House Shoes es sólo interior?
Es un zapato de uso interior pero lo bueno es que no te quita el contacto con el suelo porque el cuero es delgado. A mí personalmente me gusta sentir el suelo y la temperatura, pero es como estar con un calcetín. Además, como el cuero de salmón tiene escamas, se adhiere al suelo y no resbala.

¿Cuánto se demora el pedido, entendiendo que el producto se elabora en el sur de Chile y su mayor demanda está fuera del cono sur?
Lo bueno es que ya manejamos stock ya no funcionamos a pedido. Tratamos de tener constante stock, sobre todo ahora que comienza el invierno en el hemisferio norte. Ahora es cuando más vendemos y ya nos llegan las órdenes de compra anticipadamente. Nos compran durante julio, septiembre octubre.

¿Cuál es el futuro de la marca?
Desde la primera feria en Nueva York hemos ido a más ferias en Dinamarca, Londres… y nuestros clientes han ido creciendo. Pero los más fieles han ido solicitando más y hemos ido aumentado nuestra capacidad productiva, porque nuestro producto está hecho 100% a mano y cada año incrementamos de a poco nuestras ventas. Nuestro foco es seguir siempre con el cuero de salmón buscando nuevos clientes y personas que quieran invertir en este producto.

 

Vía: http://www.cityen.cl/francisca-apparcel-es-salmon-leather-y-chilote-house-shoes/